Zidane se movía con la armonía de un solo ser con el balón. Cada gesto suyo era pura maestría y sofisticación técnica, él orquestaba el juego con fuego interior. Sus pases eran milimétricos, como pinceladas https://jessemhug772375.csublogs.com/46032878/la-expulsión-de-zidane-tras-su-cabezazo-inolvidable